CON MUCHO ARTE
CUANDO ERA UN ADOLESCENTE, la vena del arte se activó con fuerza; primero con la música y aquellos acordes a la guitarra que en solitario denotaban poco oído musical -o por lo menos no el suficiente para continuar con el esfuerzo de aprender- Luego llegó la pintura, donde debo reconocer que me sentía más cómodo e incluso algo más competente. Fueron años en los que, además, avancé en ese terreno donde la creatividad y la belleza toman forma; donde se empieza a vislumbrar el verdadero arte. Ni que decir tiene que la pintura no ha sido mi forma de ganarme la existencia, pero sí que el paso del tiempo solo ha intensificado la idea de que el arte es consustancial con esa excelencia que procuramos desde GENTLEMAN. Lo hemos dejado claro…