Invitación a imaginar
¿Has respirado alguna vez la brisa veraniega en la emblemática gasolinera del cuadro de Edward Hopper? ¿Seguiste el curso preciso de las primeras horas de sol en las paredes de su casa en Cape Cod o escuchaste por un momento el ligero zumbido de la luz de neón sobre un porche abandonado? Los cuadros del gran realista estadounidense no son meras instantáneas del desamparo universal; también son invitaciones a la imaginación que nos ayuda a salir de los sombríos días de otoño para llevarnos a ambientes tranquilos y que, a veces, nos acercan un poco a nuestro interior. Lo mismo pienso de las fantásticas ilustraciones de la artista británica Charlotte Keates (p. 140): escenas totalmente reales de una vida imaginada en coloridas casas de ensueño. Sus obras de gran formato…