PRÓLOGO
Vivimos en una era donde el tiempo se ha convertido en el bien más preciado, en el verdadero lujo de nuestro siglo. Sin ir más lejos, yo me encuentro robándole tiempo al tiempo para escribir este prólogo mientras vuelo de Madrid a Estambul para participar en un congreso internacional de gastronomía. Todo va muy rápido, las fronteras y las distancias cada vez se nos antojan más cortas, casi inexistentes, por lo que necesitamos apoyarnos en diferentes herramientas que nos hagan la vida un poquito más fácil y optimicen nuestro lujoso tiempo para exprimirlo al máximo. Y las guías gastronómicas y de viajes no están exentas de esta realidad si quieren seguir vigentes en el siglo XXI. No sólo han de estar actualizadas en contenido, sino que han de hacerlo también…