EL ANFITRIÓN
El Anfitrión no cena, marea el plato y vuelve a levantarse. Siente que en vez de dos ojos tiene cuatro, pero le faltan manos; si tuviese cuatro ojos y cuatro manos haría más cenas. Se levanta porque falta algo. Acaba de sonar el timbre de la puerta. El invitado rezagado se va a tomar el primero frío. Al anfitrión le pone de muy mala leche que sus invitados lleguen tarde. No son ellos. No son suyos, son ‘sus’ invitados; ha tardado tanto en elegirlos como en preparar la receta. El anfitrión ha cocinado él. Ha ido al mercado él. Y ha puesto la mesa él. “Son tus invitados, ocúpate”, se escuchó por los pasillos. Anfitrión fue un importante general tebano y rey de Tirinto que vivió en el siglo II a.C. El Rey llevaba…