El traje nuevo del emperador
Me ha dado el título para este editorial -un cuento de Hans Cristian Andersen- el presidente de una marca que es de los pocos que sigue teniendo las cosas claras a nivel de discurso público. Y lo hace refiriéndose a esta situación que vivimos donde el emperador son nuestros políticos europeos –meto también a los nacionales y a la mayoría de los locales- vulnerables a los halagos de unos palmeros que alaban la belleza de ese traje inexistente -el cuento también se llama "El rey desnudo"- que muestra nuestras vergüenzas y carencias. A esta opinión pública muy sesgada, informada parcialmente e interesada en muchos casos, tengo que sumar a buena parte de unas marcas automovilísticas que en público asienten pero en privado disienten después de tirar la toalla tras el…