Abran paso, señores
@jordibenitez EL METRO de Madrid, esa fuente inagotable de historias, me ofrecía recientemente otra entrañable caricatura de nuestra sociedad actual. Una adolescente contaba a un amigo el trauma que tenía después de que sus padres le hubieran quitado el móvil. El amigo aguantaba estoicamente el discurso ininterrumpido y desesperado de la chica. Realmente no sabía qué hacer sin su teléfono. La escena, probablemente muy común en los hogares españoles, refleja seguramente la frustración de unos progenitores que se resisten a ver una generación que empeora en su nivel cultural y de reflexión. Me decía hace poco un ejecutivo, padre de tres hijos, que no reconoce la sociedad española actual: ni el nivel de los políticos, ni el cultural, ni el de la prensa ni el de la educación. Le apenaba…