Una mendiga peculiar
HACE UNOS MESES, entró a pedir dinero en el metro una mujer con un perfil distinto al habitual. Lo dejó claro nada más deslizarse en el vagón: “Buenos días. Pensarán ustedes que ya está aquí la plasta que viene a contar su vida”, dijo. “Yo pensaba lo mismo. No hace mucho estaba sentada en sus sitios”, añadió. A continuación, contó que era profesora, mostró su titulación y dio su nombre y apellidos para quien quisiera comprobarlos. Se había quedado en el paro y ahora buscaba el modo de no dormir en la calle por su falta de ingresos Aquella mujer no parecía una drogadicta, y el nivel cultural de su vocabulario era bastante aceptable. Sorprende ver a personas así pidiendo en el metro. Inquieta pensar que puedan quedarse sin un…