EDITORIAL
NUNCA HAY DINERO Siempre que reclamamos a nuestros gobernantes más recursos para educación, sanidad o servicios sociales obtenemos la misma respuesta: no puede ser, no hay pasta. Estamos tan acostumbrados a recibir esta respuesta que nos la hemos acabado creyendo. Los presupuestos de un Estado son algo tochísimo y fiscalizar numeritos de tamaña complejidad parece que escapa a nuestras capacidades individuales. No obstante, como personas de a pie lo que sí notamos es que los servicios públicos se han ido degradando y la solución nos parece impepinable: más recursos para estos servicios. SÍ QUE HABÍA DINERO Sucede también que, cuando hay una emergencia muy gorda, resulta que sí que hay dinero. O cuando EE.UU., la metrópolis de la que España es un triste protectorado, ordena aumentar sutancialmente el gasto militar, el Gobierno de…