EDITORIAL
¡AQUÍ SE HOLDEA CON COJONES! La fiebre mundial por las inversiones en criptomonedas coincidió en España con la regulación de las casas de apuestas deportivas. El resultado fue una migración salvaje de tecnocuñados al mundillo de las bitcoins y sucedáneos de dudosa reputación. De la noche a la mañana un ejército de listillos hacían suyas las proclamas pseudorevolucionarias del blockchain mientras nos restregaban por la cara lo tontísimos que éramos por no invertir nuestros escasos ahorros en criptomonedas. Y aunque les dijéramos que su discurso apestaba a especulación y a estafa piramidal, ellos ya buscaban un alquiler baratito en Andorra. ¡AQUÍ YA NO SE HOLDEA, BROS! Y se formó la criptogozadera: Silicon Valley me lo confirmó. Luna, una de las criptodivisas más estables, colapsó y perdió en cuestión de horas el 95% de…