LOCAS POR LO NATURAL
Podrán llamarnos locas, y podría alguien creer que de verdad lo estamos, pero, pese a quien le pese, lo que estamos es absolutamente enamoradas de lo natural. De la alimentación sin procesar, de la vida al aire libre, de nuestros huertos ecológicos, de las pinturas antialérgicas, de reciclar los plásticos y los cristales, enamoradas de las bolsas de basura de colores y de los contenedores en las calles (aunque no sean muy estéticos) donde poder llevar todo lo que nos sobra para reciclar. Efectivamente, para algunos, aunque cada vez menos, podemos estar locas, pero qué locura tan sana, tan comprometida, tan solidaria. Tendríamos que hacer casi obligatorio que nuestros hijos pudieran estar, por lo menos, una semana al año en el campo. Ya sea en el pueblo de los abuelos…