El frágil junco pensante
Decía Blaise Pascal que el ser humano era un junco endeble, pero un junco que pensaba; esa era la gran diferencia que lo separaba de las otras criaturas sobre la Tierra, una capacidad que lo aventajaba y que lo hacía ser superior a las demás, pese a ser más frágil que ellas. El cerebro, nuestro enorme cerebro, está en la base de dicha diferencia. No cabe duda de que uno de los mayores misterios de la evolución es el porqué de nuestro enorme cerebro. «Somos muy diferentes al resto de los animales, incluidos nuestros parientes primates. ¿Cómo y por qué llegamos a tener un cerebro tan grande en relación al tamaño de nuestro cuerpo?», nos preguntamos en el tema que protagoniza nuestra portada. ¿Qué beneficios y réditos sacamos de él?…