AQUELLA PREDICCIÓN ERRÓNEA
Hace ocho años tuve una conversación con mi amiga Delia Rodríguez. Fue en una hamburguesería debajo de mi casa. Cuando quedo con ella, siempre aprovecho para hablar de presentes y futuros proyectos profesionales y solo nos recreamos en los que compartimos en el pasado si necesitamos coger un poco de ánimos para la conversación. En aquella ocasión me explicó su fascinación por los youtubers y por los nuevos lenguajes que alimentaban, a lo que respondí, un poco carca, que no eran mi taza de té y que nunca lo serían. “Yo tampoco entiendo el fenómeno, pero tienen todo mi interés. Quiero ver qué pasa con ellos. Cómo son capaces de conectar con grupos amplios y nuevos de una manera que nosotros no sabemos ya”. Aquello derivó en no sé qué…