CARTA
Las cajas habían realizado un traslado de lo más mundano desde casa de mis padres en Barcelona, pero aún así me parecían auténticas viajeras del espacio-tiempo. Contenían, entre otras cosas, una cinta de casete Acid Mix de la revista Súper Pop, un videojuego Nintendo de Super Mario Bros, una libreta con mis primeros textos literarios escritos con 9 años y un manual del sistema informático Framework. Un montón de trastos que, sin embargo, me emocionaron casi hasta la lágrima. Tendemos a pensar que somos demasiado únicos como para reconocernos en un arquetipo, pero hay ocasiones en las que es imposible negar la evidencia y nos vemos retratados en él. La nostalgia no es algo exclusivo de mi generación, pero hay algo muy específico en la forma en la que los que…