CARTA
LIBERTAD de ESPÍRITU Cerrar los ojos y recordar los sonidos, olores y sensaciones de un lugar en el que me sienta tranquila y libre. Ese es el truco –llámale técnica– que me enseñó el actor Stany Coppet para hablar con más aplomo y convicción en público. Y funciona. Así que antes de pronunciar un discurso o una conferencia, me refugio mentalmente en el jardín de mi casa de veraneo y siento la humedad del Mediterráneo en la cara mientras escucho cómo el viento se enreda en los árboles y mi hija corre sobre las piedras. Últimamente no hay muchos discursos que dar ni grandes audiencias a las que dirigirse, pero he utilizado el truco varias veces para escapar de los límites de esta realidad empequeñecida en la que todos vivimos. Es un…