NOSTALGIA
AL COMPÁS DE UN NUEVO RITMO De la alianza inquebrantable que forman la música y la moda se han escrito ríos de tinta ya; de la capacidad de estas manifestaciones para entender y catalizar los cambios en tiempos convulsos, también. Sin perder de vista los hitos históricos de ese fructífero romance, como los trajes sastre que definían la era del ‘jazz’ (arriba, Lise Brand con un tres piezas de Perry Ellis en 1984), en ‘Vogue’ febrero nos sumergimos en las nuevas respuestas que ambas disciplinas encuentran a nuestro incierto momento actual. Y encontramos las notas musicales que unen la versatilidad y la libertad con la que se viste y vive JILL KORTLEVE, nuestra modelo de portada, somos testigos de un choque de titanes reducidos a su mínima esencia, en el encuentro…