CARTA DE LA EDITORA
Descontextualizada (sin focos ni alturas), desprovista de teatralidades y entregada de lleno a lo terrenal, la moda adquiere mi dimensión favorita, que no es necesariamente la real, sino la imprevista. Revisitemos por un momento solo a aquellos iconos que consiguen generar no tanto una frustración como una SONRISA con la mera evocación de su imagen. Probablemente no respondan a una canónica perfección (¿quién la quiere o busca ya?), más bien a una capacidad de sorprender y provocar. En tiempos de ingente homogeneización cultural, permea el efecto de quienes se atreven a hacerlo diferente, sin miedo a irrelevantes listas de las peor vestidas, a estar fuera de la norma o a miradas inquisitorias que solo hablan de quien las practica. FUN, FUN, FUN es el rítmico y navideño titular de portada,…