MI BUEN PATRÓN
SOY PATRÓN DE UNA EMPRESA. No fabrico balanzas pero hago equilibrios para editar contenidos, y mis trabajadores no son mis hijos. Hijos tengo tres y ninguno trabaja conmigo por el momento. Un domingo de fútbol me sorprendí defendiéndome en la oscuridad de la sala, acompañado por mis chavales, ante el guión excelente, incisivo e inmisericorde que Fernando Léon de Aranoa (53) ha escrito y dirigido en El Buen Patrón. No pude evitar sentirme reflejado en alguno de los comportamientos del señor Blanco, empresario estereotipado, hijo de puta de ficción, muy bien interpretado por un Javier Bardem en un dominio absoluto de la gestualidad y de su oficio. Salimos mal parados los empresarios en esta película, que no deben dejar de ver, y me dirá el lector, o el productor –Jaume Roures (71)…