POLÍTICA
Queridos lectores, queridos amigos, permitid que me dirija a vosotros con estos apelativos inusualmente cálidos. Este es el último editorial de Claves que escribo y aunque no tengo la presunción de considerarlo un acontecimiento de alcance planetario, sí que para mí y quizá para algunos de vosotros tiene algo de especialmente emotivo. Después de todo, han sido mas de treinta años de puntual cita entre nosotros, los unos poniendo el máximo interés en proporcionaros una lectura de indudable calidad en ideas y expresión, los otros apoyando con vuestra atención esta empresa intelectual y disimulando con magnanimidad sus defectos. Porque hemos tenido muchos defectos: ¿cómo no tenerlos, cuando casi invariablemente hemos carecido de presupuesto y la publicación se ha distribuído de una forma que a veces recordaba la clandestinidad? Lo cual…