Un viaje al microcosmos del caos
En la entrada del mercado popular El Manto, en la colonia del mismo nombre en la alcaldía Iztapalapa –el centro de la pandemia de covid-19 en el país entero–, una mujer se molesta porque los locatarios le piden ponerse un cubrebocas y lavarse las manos con gel antibacterial para dejarla entrar. “Todos ustedes están mal –les dice–. El virus no existe. La suya es falta de ignorancia (sic)”. –¿Usted no cree que el virus existe, señora? –pregunta la reportera. –No. A ver, ¿por qué si los chinos crearon el virus, no mandan la vacuna? Si Dios hizo resucitar a un muerto, que no pueda quitar el virus. ¡Por favor! Visiblemente enojada, la mujer se queda en la puerta del mercado en espera de que la locataria que vende comida preparada…