POR DÓNDE EMPEZAR A INNOVAR
La “diversidad” es un término de moda en las empresas. Aunque tarde y en condiciones que no dejan muchas opciones, hemos entendido que los componentes de nuestros equipos no pueden estar cortados por la misma tijera si buscamos ser innovadores. ¿Cuánto pensamiento divergente puede haber en un grupo formado únicamente por personas del mismo género, de la misma generación, la misma ciudad, educados en la misma universidad y con la misma especialidad? Cada cabeza es un mundo, pero su percepción del entorno probablemente no sea demasiado diversa. Aunque solemos caer en la trampa de pensar que esta diversidad, la que conforman los distintos grupos que podemos definir por género, raza o etnia, orientación sexual, edad, condición socioeconómica, capacidades especiales y todas sus interseccionalidades, es de por sí la puerta para la innovación. Si…