OFF
EN LA ENTREVISTA de portada de este número de octubre de GQ España, el actor Matt Damon cuenta cómo, tras la pandemia y los confinamientos, su primera aparición pública, el primer aplauso después de que se terminaran de golpe los aplausos, le provocó una sensación extraña y no pudo evitar llorar. Llorar no significa demasiado –lloren, lloren por cualquier cosa, es bueno, ya verán– pero sí es sintomático, una alarma, una luz que se enciende también para cosas buenas. Damon había vuelto a sentir cosas que hacía meses que no sentía, había vuelto al calor, al sonido, a la interacción. Es muy fácil olvidarse de todas esas cosas. El actor no tiene redes sociales, algo que, confieso, es un auténtico drama para nosotros: cada vez que publicamos una imagen de portada…