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La única forma de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de lo imposible.–Arhtur C. Clarke Por siglos el temor a los más diversos fenómenos de la naturaleza los cubrió con un manto de misterio, y las sociedades humanas vivieron al margen de los mismos. Sin embargo, con el paso del tiempo muchas culturas alrededor del orbe comenzaron a hacerse preguntas sobre su verdadero funcionamiento y a deducir las respuestas adaptándolas a sus usos y costumbres. Después, el lenguaje común que encontraron todas ellas fue el de la ciencia y, poco a poco, empezaron a compartir sus hallazgos. Finalmente lograron un consenso sobre lo que descubrieron, y de esta manera aprendieron a combatir enfermedades, mejorar sus técnicas para producir alimentos, crearon maneras alternativas de generar energía,…

En la llanura de Salisbury el tiempo se detuvo hace 2,500 años. Los siglos parecen no pasar para los imponentes megalitos de Stonehenge, que se sumieron en el silencio a mediados del primer milenio antes de Cristo, cuando la actividad humana asociada al monumento quedó definitivamente interrumpida. Con el abandono llegó el olvido y desde entonces las piedras más venerables de la Prehistoria europea se resisten a revelar sus secretos. A Stonehenge, en pleno siglo XXI, le sigue rodeando un irresistible halo de misterio. La arqueología ha dado pasos gigantes en los últimos tiempos, pero cuanto más sabemos acerca del paisaje sagrado del monumento megalítico más icónico del mundo, más conscientes somos de lo lejos que estamos de entender los porqués; de conocer e interpretar la mentalidad de quienes entre…

Los círculos de piedras son sólo una de las varias modalidades de monumentos megalíticos que se encuentran desperdigados a lo largo y ancho del planeta. Cuando hablamos de megalitismo, como un fenómeno característico de las sociedades de finales del Neolítico y de la Edad de Bronce, nos referimos fundamentalmente a un horizonte cultural extendido por la Europa Atlántica y el Mediterráneo Occidental, donde podemos encontrar otras enigmáticas estructuras de piedra, ya sean menhires o dólmenes aislados, alineamientos, taulas (edificadas en forma de T) o los citados monumentos de tipo henge. Entre los ejemplos más notables en la cuenca mediterránea y en la península ibérica destacan los templos megalíticos de Malta y Gozo, construidos entre el cuarto y el tercer milenio a.C., que se cuentan entre los edificios en piedra más…

Mares y océanos han sido durante mucho tiempo un libro cerrado. Hay una historia sumergida bajo las aguas que aún no ha sido contada, aunque con los progresos en el ámbito de la arqueología submarina es cada vez menos una frontera inexplorada. El hombre ha desafiado al gran azul desde tiempos inmemoriales, navegando mar adentro en busca de nuevos confines; el océano es, de hecho, un gigantesco cementerio que aplastó la ambición e iniciativa exploradora y comercial de incontables marinos dispuestos a tentar a la suerte. Pero no siempre ha sido el hombre el que se ha lanzado temerario hacia el mar: en ocasiones es el mar el que ha acudido violentamente al encuentro del hombre, dejando destrucción a su paso. Hay numerosas Pompeyas hundidas a muchos metros bajo el…

La mañana del 17 de febrero de 1977, a bordo del hoy famoso sumergible de investigación Alvin, el geólogo Jack Corliss, del Instituto Woods Hole de Oceanografía, exploraba la superficie submarina del océano Pacífico al este de las islas Galápagos. Un par de días antes, el sensor de una cámara remota había detectado una drástica variación de temperatura a 2,400 metros de profundidad, lo que podía ser el rastro de la entonces hipotética “ventila hidrotermal”, una fisura que expulsaba agua calentada a temperaturas extremas debido a su proximidad al magma que fluye bajo la corteza terrestre. Estas formaciones habían sido buscadas sin éxito desde inicios de la década de 1960, y eran el objetivo de aquella expedición a la que pertenecía Corliss, encabezada por los oceanógrafos Robert Ballard y Richard…

En el estado de California se encuentra el Valle de la Muerte, uno de los lugares más desérticos del planeta y que en 1913 registró el récord de la temperatura más alta: 56.7 °C. Pero este lugar no es conocido nada más por su clima extremo: es extraordinario porque en él hay un lago seco, llamado Racetrack Playa, lleno de piedras que se “mueven”, dejando la huella de su trayectoria grabada en la arena. Las primeras investigaciones en torno a este sitio comenzaron en la década de 1940, y desde entonces surgieron varias teorías sobre este fenómeno, las cuales reducían las posibilidades a tres factores: viento, hielo y agua. Lo que no se sabía con exactitud era cómo ocurría, porque nunca se les había visto moverse, sólo se tenían registrados los…