COMO NUEVA
Vivo en el mismo piso desde hace 25 años y, si echo la vista atrás, solo puedo estar agradecida de cómo mi casa se ha adaptado a mis necesidades, a mis usos y –por qué no decirlo– gustos cambiantes y a los de mi familia. ¿Me gustaría tener otra casa? Pues sí... y no. No es un piso grande (tres habitaciones, dos baños, cocina y salón espaciosos y una terraza que me da vida), pero ha sido la casa y guardería de mis dos hijos gemelos, mi despacho durante unos años, el refugio soleado durante el confinamiento... y siempre me ha hecho sentir bien. Ha vivido dos grandes reformas, cuando la compré y la reformé toda, y hace 10 años cuando renové los baños y la cocina y volví a…