CARTA DE LA EDITORA
Queríamos almorzar juntas antes del desfile de Prada, y acabamos esbozando un proyecto común para nuestras cuatro ediciones de ‘VOGUE’. En plena semana de la moda de Milán, Kerstin Weng (‘Vogue’ Alemania), Francesca Ragazzi (‘Vogue’ Italia), Eugénie Trochu (‘Vogue’ Francia) y yo, panino en una mano y Coca-Cola en la otra, decidimos ahondar en los nexos que hoy unen nuestros países. Y el TREN, que para muchos europeos ha sido durante mucho tiempo el epítome de los viajes fáciles, tranquilos, asequibles y ecológicos, no tardó en asomar como la más literal pero también la más poética de las respuestas. Este apego entre chicas, entre territorios, el deseo de intercambio basado en valores compartidos y visiones conjuntas–que bautizamos como ‘VOGUERAIL’–, sedujo después a nuestros colegas de todo el globo. El resultado…